Contrato de ilusiones cada seis meses

Blogueando hace unos días me encontré con una frase que me llamo mucho la atención, no tan solo por el contenido sino de por quien venía. No voy a revelar de quién era, pero si en alguna ocasión visita este blog, sabrá que me refiero a él/ella.

Decía algo así como: “He aprendido a no ilusionarme....”. Válgame! Qué frasecita es esta! Siempre he escuchado que la ilusión es lo ultimo que se pierde en esta vida… Todos sabemos que el mundo está lleno de grandes decepciones, ya sean de amigos, familia, y las que mas cuesta superar son las amorosas. Pero me preguntaba… y si este mundo no tuviera sus altos y sus bajos?? Creo que sería un poco aburrido. No lo creen??

Les contaré que yo aprendí a ilusionarme y a renovar las ilusiones cada seis meses. Si así de simple. Nada de cosas a corto o largo plazo! Suena algo extraño y un poco loco, pero que sería este mundo sin los locos, deschabetados, extraños, etc...?? Sería un mundo sin brillo ni sabor.

Para que no crean que soy tan loca y deschabetada o que tengo algún tornillo suelto, mi razón de esta decisión surgió hace un par de años. Todos sabemos que el stress y muchos agentes externos (incluso la pasión por el trabajo que uno desarrolla) muchas veces nos traen consecuencias que nunca las pensamos y nos dan como un gran garrotazo en la cabezota que nos permiten detenernos y analizar qué estamos haciendo con nuestra propia vida, nuestro cuerpo y por sobre todo nuestra salud. Como les decía, hace un par de años mi cuerpo se resintió y me envió una tremenda chicharra en la cual me decía: “Para la moto. Vas muy deprisa. No puedes hacer todo al mismo tiempo. Yo te quiero acompañar pero me tienes que cuidar”. Eso fue lo que pensé cuando luego de una lista interminable de exámenes y sentirme un conejillo de laboratorio, me dieron los resultados.

Doc: “Srta. Usted ha abusado de su cuerpo y ahora éste le pasa la cuenta. Hemos detectado unos pólipos en una sección del intestino grueso los cuales pueden provocar un carcinoma de colón”

Un momento… Paren me el mundo que me quiero bajar!! Explíqueme con palabras más sencillas que tengo y que debo hacer...

Doc: “Muy simple. Debemos someterla a una cirugía lo antes posible para extraer estos “tumores” y así detener un principio de C-A-N-C-E-R”

Madre!!!! Por qué cada vez que les decimos a los médicos que nos hablen en español y no en chino-mandarín no entienden que también deben hacerlo con más tacto?? Manos mal que en ese momento estaban mis posaderas bien agarradas a la bendita silla y ésta soportó el notición y no me fui de culo dejándome algún tipo de lesión cerebral por la caída.

Me sometí a la cirugía y una que otras cosillas que no quiero recordar, logrando volver a tener controlado mi cuerpo y cuidarlo como lo más preciado que tengo (además de mi familia y mis amigos), pero con la recomendación de que cada seis meses debo volver hacerme el listado de exámenes para evitar que esa sombra vuelva a atacar.

Por lo tanto, desde ese momento decidí nunca más volver a ser planes a largo plazo. Mis planes siempre son dentro de los próximos seis meses. Pero esto no me ha impedido hacerme ilusiones, como por ejemplo:

1.-No pierdo la ilusión que algún llegara el momento que en una sola mañana me pasen por una maquina y me hagan todos los benditos exámenes de una sola vez y no tenga que estar yendo a la bendita clínica por el lapso de una semana.

2.- No pierdo la ilusión que algún día, en mi país, tenga un transporte público digno, como la gente, y no con complejo de lata de sardinas a las horas picos.

3.- No pierdo la ilusión de que algún día podré visitar la luna en un viaje de placer y poder observar mi planeta desde allá.

4.- No pierdo la ilusión de que algún día vea a nuestro Padrino en alguna película de Almodóvar y sus tres ahijadas puedan ir tras él por la alfombra roja.

5.- No pierdo la ilusión de que algún día nuestro blog sea el mas visitado de Blogger y los de Ciudad Blogs nos inviten a tener una parcela cerquita del Padrino, a un lado Wen y Rorro, y al frente de Gigoló.

6.- No pierdo la ilusión que algún día mi doctor me diga que ya podré hacerme planes a muy largo plazo, porque la bendita enfermedad ya ha desaparecido por completo.