Novia fugitiva

Hace unos días y realizando zapping por el TV Cable, me encontré con la película “Novia Fugitiva” y no pude menos que acordarme que hace un tiempo un amigo me dedico esa película y no porque sea igualita Julia Roberts, todo lo contrario. No tengo unas piernas de 1 metro, ni esa abundante cabellera rojiza, sino que me dedico la película justamente por su titulo “Novia Fugitiva”. Ahora les relato porque:

Novia Fugitiva 1:
Hace varios años cuando estaba en pleno apogeo de mis estudios escolares tuve la dicha de conocer a chico extranjero que vino a mi país para conocer sus raíces debido a que sus padres son oriundos de aquí, pero se trasladaron Australia en busca de mejores perspectivas.
Un amigo en común nos presento. Durante su estadía solo fuimos amigos debido a que en ese momento mi corazón estaba ocupado por otro amor, del cual ya les contaré. Al poco tiempo, él se volvió a su país pero siempre mantuvimos comunicación. Después de tres años volvió por estos lugares y, obviamente, nos volvimos a encontrar. Ahora si que la cosa se dio, pero esta vez fue con todo, debido a que este muchachín a lo que realmente venia era a concretar una relación seria conmigo. Digamos que llego con anillo de bodas, planes de matrimonio y hasta con la suegra!!
A esas alturas no se si me pillo volando bajo o que, pero termine aceptando el noviazgo con la condición de que primero debía terminar mi carrera (para eso me faltaba un año) y todos de acuerdo, ya que nos daría el tiempo de preparar la boda y por supuesto mis maletas para irme con todo para las tierras de los canguros y koalas. Fue un noviazgo muy tierno y romántico, con llamadas de largas distancia, a lo que mis padres siempre les venia un preinfarto al ver llegar la cuenta telefónica. Cuando se iba acercando la fecha en la cual habíamos decido contraer las sagradas nupcias, digamos como un mes antes... hijote! Ni les digo, prueba de vestido de novia, lista de invitados, lugar de recepción, y todo lo demás... me vino un apretón de guata, de esos que te dejan tumbado en el excusado y yéndose las ilusiones y todo al tirón de la cadena. El colmo de todo fue cuando ahí yo, frente al espejote (por qué los harán tan grandes!!), con mi vestido de novia, (por favor recordar la parte de Julia Roberts meneándose de un lado a otro), como que me llego un garrotazo de esos que no se si me despertó o qué. Lo único que recuerdo es la cara de la pobre dependiente cuando me di vuelta y dije a viva voz: NO ME CASO! Más rápido que un cohete me deshice de toda la indumentaria, dejando a mi madre medio desmayada y la dependiente dándole agüita con azúcar para el soponcio. En resumidas cuentas mande al carajo el bendito matrimonio en menos de una semana, con anillo incluido por Federal Express.

Novia Fugitiva 2:
Pasado ya algunos años y luego de que se repusieran mis santo Padres y de repetidos sermones, viene mi segundo intento de matrimonio. Aquí ya estaba mas grandecita y conciente de lo que hacia.
El personaje en cuestión era oriundo del pueblo de mi padre, una zona agrícola a unas horas de la ciudad. Esta persona, ya un poco mayor pero bastante deseado por toda las pueblerinas, le toco la desdicha de conocerme en el banquete del matrimonio de una de las hijas de la Alcaldesa del pueblo. Bueno, digamos que me llamo la atención su caballerosidad y todas sus atenciones. Cuento corto: al poco tiempo ya me encontraba nuevamente con preparativos de boda.
Como este es un pueblo chico todos se enteraron del gran acontecimiento. Mis padres, como siempre, me recordaban que ya estaba grande y que debía tener cuidado con la decisión. Yo, totalmente decida a dar el SI frente al altar, en unas de mis visitas mi flamante novio me da la sorpresa. Me llevo a uno terrenos fuera del pueblo. Ahí me encontré con un tremendo mesón, unos planos y varias personas que me recibieron de besos y abrazos y felicitándome por el futuro acontecimiento y por la decisión. Encima del mesón habían unos planos que tenían dibujado el esquema de mi supuesta casa. Empezaron a describirme los planos y mostrarme donde irían cada una de las habitaciones... hijole! De nuevo comencé a sentir esos retorcijones. Pero lo peor de todos fue cuando me dijeron: “y esta será la HABITACIÓN DE NUESTROS HIJOS”. Y no es que no me gusten los niños. Válgame! Los adoro! Solo que me vislumbre varios años mas adelante y con un cuarto lleno de niños, yo ahí media regordeta y mi futuro marido tumbado en un sillón viendo algún partido dominguero con sus amigos y todo... válgame! Nuevamente patas de lanas, sudoración fría, etc.
Cuando volvimos al pueblo luego de esa terrorífica experiencia pues… bueno… me tarde menos en lo que canta un gallo preparar mi maleta, y apreté pompas hacia Santiago. Obviamente sin antes pararme en medio de la sala frente a toda mi familia y decir: NO ME CASO !!!.

Novia Fugitiva Tres:
Esta aun no tiene historia pero si tengo la advertencia de toda mi familia que al menor indicio de que vuelva a hacer preparativos, lo primero que harán será ponerme una mordaza en el hocico, unas cadenas en las tobillos y me llevan derechito al registro civil y ante el cura. Porque otra vez no volverán a poner la cara ante todos para decir que a esta chica se le safo un tornillo y viene de nuevo con la pinche frasecita de: NO ME CASO !!!!!