Sueños que llegan al alma

Luego de un día agitado, muchas veces lo que deseamos es llegar a nuestras casas y en el caso de aquellos que vivimos solos y estamos solos, añoramos poder arrojarnos en nuestra cama rodeada de almohadas, cubrirnos y poder obtener un descanso perfecto y un sueño reparador ... pero cuantos de ustedes logran despertar a la mañana siguiente y recordar que soñaron ??? ó les ha sucedido que recuerdan ese sueño y este les taladra la mente no tan solo la mañana siguiente sino que por varios días ???.

Investigando en la red pude obtener la definición que realiza Sigmund Freud, a los sueños, según él dice: “son las emociones enterradas en la superficie subconsciente y suben a la superficie consciente durante los sueños, recordar fragmentos de los sueños pueden ayudar a destapar las emociones y los recuerdos enterrados. Los sueños son una forma de realizar deseos y que muchos de estos, son el resultado de deseos sexuales reprimidos o frustrados. En su opinión, la ansiedad que rodea dichos deseos hace que algunos sueños se conviertan en pesadillas.” Será cierto???, no lo sé, la mente y el cerebro aún son elementos complejos y que aún guardan grandes enigmas para el hombre.

Uno de estos misterios me tiene pensando desde hace días. Hace unas noches tuve un sueño, para mi suerte siempre puedo recordar lo que he soñado, pero este fue algo especial, y no tiene ninguna connotación sexual, pero es uno de aquellos sueños que me ha estado taladrando no tan solo la mente sino que también el alma.

En aquel sueño, me veía en un apacible lugar, estaba mi madre, la veía muy bien de salud, algo que por cierto en los últimos años, ha ido decayendo en forma considerable, pero la veía muy radiante, como en sus mejores tiempos, su pelo rubio daba hermosos reflejos en el sol, también veía a mi padre, como siempre todo un señor, con una sonrisa y con una de sus pláticas que añoro desde hace mucho y espero algún día retomar.

Podía distinguir que me encontraba bajo un inmerso árbol y en este había apoyada una hamaca muy similar a la que se encontraba hace años en la casa de campo, por el follaje de aquel árbol llegaban hermosos y cálidos rayos de sol, tal vez podría identificar que estábamos en la estación de primavera, a mi lado podía ver un perro que descansaba ... pero existían dos personajes más, uno de ellos estaba en mi regazo, su peso era ligero, su piel suave, dos grandes ojazos negros en los cuales podía verme reflejada, unas pestañas largas y muy onduladas, una piel blanca, unas mejillas rosadas, una sonrisota que hacia mi corazón casi explotará de felicidad, en un momento me extiende sus pequeñas manos y lo llevo cálida y suavemente hacia mi, hasta el punto que su cara queda pegada a la mía, un aroma indescriptible, suave pero muy particular de estas personitas, su cabeza reposa en uno de mis hombro ... pero antes de ello me mira a los ojos y me balbucea una palabra “MA – MÁ”, .... mi corazón dio un vuelco que creo que lo sentí hasta lo más hondo ... doy una mirada a mi madre que me devuelve con una sonrisa.

Más allá mi padre termina algo parecida a una platica, con quien esta???, no puedo distinguir su cara, ni su contextura, es solo una imagen borrosa, difusa, pero que al solo verla hace que me sienta muy protegida ... mi padre le da una palmada en el hombro aquel personaje difuso ... lentamente se acerca a mi, me acaricia la espalda, me rodea, deposita un suave y tierno beso en mi frente y unas palabras deja en mis oídos ... “aquí estoy ... te estoy esperando”. Su mano y la mía se entrelazan ... mientras aquel niño duerme en mi regazo.

Inexplicablemente di un sobresalto y desperté, trate una y mil veces de retomar el sueño y volver aquella escena, pero tan solo conseguí enredarme en las sábanas de tantas vueltas que me di.

Decidí levantarme darme una ducha, tomar una café y salir a la calle ... pero aquellas frases replicaron todo el día en mi mente, ya en la calle trate de encontrar aquel rostro difuso pero me fue imposible y creo que cada día que salgo lo sigo buscando ... y aún aquellas frases siguen taladrando mi mente y mi alma ... "aqui estoy ... te estoy esperando".

No se que significara el sueño, o tal vez simplemente no quiero darle un significado, no quiero ilusionarme, pero tal vez muy en el fondo de mi corazón tengo la vaga esperanza de que aquel rostro difuso se haga realidad algún día. Lo único que puedo decirles que aunque fue tan sólo por un segundo y en un sueño, supe lo que se siente que alguien se aferré a ti y te llame “MA-MÁ”.