domingo, 22 de noviembre de 2009

Un paréntesis.

Deseo realizar un paréntesis antes de continuar con la descripción de esta loca pero muy reconfortante aventura en Buenos Aires.

Mi padre siempre me enseño a dar las gracias, no tan sólo por educación, sino que también aquellas que nacen de lo más profundo del alma y es precisamente este ¡¡Gracias!!, al cual hoy quiero referirme.

Hace poco más de dos años, que llegue al mundo blogger, sin pensarlo ni quererlo me fui adentrando poco a poco a esta fascinante espacio, mi mente y mi hambre de conocimiento se fueron haciendo mas grandes a medida que iba recorriendo cada una de los blogs y todo esto gracias a una maravillosa Cordobesa, que fue quien me invitó a comenzar a dejar plasmado mis pensamientos, mis sentimientos en este mundo cibernético.

De a poco fui conociendo por este medio a personas que comenzaron habitar mi corazón y a ser parte de mi mundo, de mis amigos, no tan sólo virtuales, sino que mis verdaderos amigos, aquellos con los cuales puedes reír a carcajadas y otras tantas llorar hasta quedar sin lágrimas, primero los conocí por sus letras, luego tomaron la forma de un rostro y finalmente formaron lazos que hasta hoy serán muy difíciles de romper.

Pero todo esto no sería posible sí alguien muy especial no se hubiera cruzado, sé que en varias ocasiones te he dado las gracias, alguna vez en forma pública y muchas otras en forma privada, pero hoy siento que debo darte las gracias aquí en mi espacio.

Gracias, por todas aquellas amigas que ya forman parte de mi vida...
Gracias, por los consejos desinteresados....
Gracias, por despertar mi apetito al conocimiento...
Gracias, por permitirme entrar en ese mundo de cólera...
Gracias, por mostrarme la diferencia entre "vez" y "ves"
Gracias, por los detalles....
Gracias, por las palabras....
Gracias, por las risas....
Gracias, pero principalmente por ser el gatillante de un encuentro y una aventura que incluyó a seres maravillosos difíciles de olvidar.

Sé que en un corto tiempo, podré darte las Gracias mirándote a los ojos y darte ese fuerte y apretado abrazo que hace unos días le di a Cris, que sí no fuera por ti quizás nunca hubiera conocido. Y quién sabe poder contarnos nuestras aventuras bajo la copa de un árbol en alguna calle del Distrito Federal.
¡¡¡ Gracias GOMÍS !!!

1 comentario:

Lata dijo...

Es cierto!!!! Gracias a él estamos aquí, incluyéndome, contigo y Guri y Never. Snif... yo me uno...